Imaginemos un ser medio animal, medio planta y super raro. Bueno, pues no imagines que aquí lo tienes. Os presento a este pequeño gasterópodo, que se llama Elysia chlorotica y vive en marismas de Canada y Nueva Inglaterra y es el único animal capaz de hacer la fotosíntesis. Sí, se parece bastante a una babosa, pero es verde clarito.
¿Como es posible?
Vamos por partes: Para hacer la fotosíntesis un organismo necesita principalmente dos cosas: En primer lugar cloroplastos, que son los orgánulos celulares necesarios para hacer la fotosíntesis. Por otro, precisa de clorofila, u otro pigmento capaz de absorber la luz a un determinado rango de longitud de onda.
Como es natural, el gasterópodo es incapaz de producir cloroplastos propios, de modo que se las ha apañado para robárselos a sus presas, pequeñas algas verdes que depreda. ¿Cómo? Pues no las digiere totalmente, dejando intactos trozos de alga, que contienen los cloroplastos plenamente funcionales, e incorporándolos al interior de sus propias células.
Pero ahí no acaba la cosa. ¿De dónde saca la clorofila? Ésta es un pigmento que se degrada de modo relativamente rápido, perdiendo gradualmente su eficiencia en absorber la luz. ¿Entonces? Bueno, pues recientemente se ha confirmado, mediante el uso de trazadores radioactivos, que esta babosa «roba y utiliza» los genes de sus presas para producirla. Es decir, ha sido capaz de asimilar (se cree que mediante transferencia génica horizontal) los genes responsables de la síntesis de clorofila de las algas verdes que consume, e incorporarlos a su propio genoma; de este modo, es capaz de producir clorofila por sí mismo. El resultado es un animal capaz de producir moléculas energéticas, sin comer absolutamente nada, utilizando exclusivamente luz, agua y dióxido de carbono para obtener energía.
Una vez más, la Naturaleza nos recuerda lo increíblemente creativa que puede ser la evolución.
En boca del zoólogo John Zardus «Esto podría ser la fusión entre animal y planta – …y eso mola».
No podría estar más de acuerdo.
Lo vi en: LiveScience
Foto: Nicholas E. Curtis y Ray Martinez